Me salto las frases tipo sueño hecho realidad o crónica de
un oro anunciado. Me voy a los reflejos de esta vivencia única (por el momento
única) que han podido hacer suya cientos de deportistas, en la ciudad más grande de la Alcarria.
Natalia García en la sala de calentamiento Por: Carlos Beltrán |
La estratosférica presencia de mitos a unos metros, la
posibilidad de aplaudir, admirar, emocionarse con quienes están hoy donde algún
día quisieron estar o allá donde les gustaría llegar, con la imaginación o con
los pies en el suelo.
Me voy a poner bloguero y enumero, para darle ritmo al cuento.
1.- Por lo pronto, la rítmica española está desde hace
tiempo en la élite mundial, negar eso es tener mucho despiste. Una competición
como la que hemos podido vivir estos días en Guadalajara debería, por tanto, ser una costumbre ya y no
una excepción.
Para que nuestras gimnastas puedan agradecer su apoyo
incondicional a quienes las sustentan con su admiración y las siguen en cada
campeonato, en cada foto, en cada artículo. Para eso y para que España cuente en
el mundo como país de tradición y presencia. No creo que fuese demasiado pedir
un campeonato anual de este nivel de rítmica en nuestro país.
juezas internacionales momentos antes de la competición Por Carlos Beltrán |
2.- tenemos referencias deportivas de máximo nivel mundial. Lo que
están haciendo las mujeres de Sara Bayón es histórico. El pasado nos dice que
si un grupo humano alcanza tal nivel de cohesión y perfección es porque detrás
hay horas y horas de trabajo bien hecho, y una apuesta tozuda por no salirse de
un camino, de una estrategia, de una personalidad. Lo que nació hace algo más
de dos décadas, con una adaptación asombrosa a los cambios, que son muchos y
favorecen a este deporte, hoy está brotando y alcanzando una solidez incuestionable. Desde la federación se cierran filas con este modelo. Nuestras juezas, entrenadoras y gimnastas cierran filas con este modelo.
Carolina Rodríguez y su sonrisa. Por Carlos Beltran |
3.- Las referencias individuales nacionales son
extraordinarias. Y ahora me voy a separar
por un instante de la técnica y el arte de las dos gimnastas que en este
momento están en lo más alto de la gimnasia española. Hablo sólo de ellas como
referencias impresionantes para sus seguidores y seguidoras, hablo de una mujer
de 30 años que compitió con 15 en su primera copa del mundo y que estos días se
ha entregado como si no hubiera mañana a un público que adora su gimnasia.
Carolina Rodríguez es uno de los ejemplos de vida y entrega a una disciplina
más hermosos que podemos encontrar en nuestro deporte. Es una increíble e
inagotable fuente de valores positivos. Su vida y su gimnasia son únicas y
maravillosas. Al conocerla no se puede hacer otra cosa más que quererla.
Natalia García Timofeeva, este último mes he seguido sus pasos desde Sant
Cugat a Guadalajara, y los de su “otra
mitad”, Iratxe Aurrekoetxea, quien fue también la otra mitad de Almudena Cid. Esto de
otra mitad lo dice Ruth Beitia de su entrenador, Ramón Torralbo, y me gusta como definición, en gimnasia, como en atletismo, es una verdad como un templo.
Natalia García en zona de calentamiento Por Carlos Beltrán |
4.- la evolución de la gimnasia rítmica, de sus
códigos. La presencia de las gimnastas que hoy marcan las pautas, la importancia
que ha comenzado a darse a la salud de las practicantes, la evolución de los sistemas
de entrenamiento, la sensatez que se afianza en la nutrición de las deportistas,
todo este conjunto de cosas, están convirtiendo a este deporte en algo
diferente y mejor de lo que era hace veinte años, cuando ya era extraordinario.
5.- la, a mi entender, deliberada deriva que durante los
últimos años 90 y la primera década de los 2000 adquirió la selección musical,
con la clarísima intención de acercar la gimnasia a la generación que la estaba
haciendo y disfrutando, ha pasado.
En esta copa del mundo, y rumbo a los Juegos de Río, una
sucesión de excepcionales partituras nos trasladan a mundos emocionales
mientras las gimnastas asombran y enamoran a la grada. Ante este aluvión de
músicas geniales, el arte gana la batalla y la cultura barniza el lado
deportivo de esta disciplina híbrida. Y sea cual sea la generación de quien la
disfruta, se siente la atracción aún más fuerte que cuando el episodio musical nos
alejaba a algunos del espectáculo.
6.- Seguimos teniendo
una televisión capaz de hacer las mejores transmisiones deportivas. Con equipos
técnicos de tanta altura como las gimnastas y un tándem de comentaristas que
para sí quisieran la gran mayoría de las televisiones de los países que aman la
gimnasia. Con Paloma del Río y Almudena Cid el amor por esta disciplina podría
llegar a ser general, no segmentado como es ahora. Cuando hablo de amar la
gimnasia rítmica me refiero a comprenderla, entender lo que sucede en un tapiz,
valorar la importancia de una expresión, la dificultad de un giro, un salto,
una figura, un lanzamiento, una recepción. Amar con mayúsculas lo que estas
mujeres son capaces de hacer con su dominio del espacio, el cuerpo y el
aparato.
Esa sociedad enamorada de la gimnasia no aceptaría que la
final de conjuntos, en la que España podría ser (y de hecho fué) oro, y por primera vez en España,
se degrade de la emisión en abierto a la página web de TVE, con lo que desaparecieron los comentarios y la aparente decisión de apostar por este deporte. El momento en el que soñamos que la rítmica podría
ser algo relevante se disolvió como un azucarillo en el agua caliente de la cruda
realidad.
Margarita Mamun Por Carlos Beltrán |
7.- He visto a Margarita Mamun en directo. Esto ya lo puede
decir un buen montón de gimnastas españolas que llenaron a reventar las gradas
del Pabellón Municipal de Guadalajara. Y poder decir esto es mucho más de lo
que la semana pasada podían decir. Soldatova, Staniouta, Rizatdinova, Son… ahí
estaban, en el tapiz de Guadalajara, en el país con la mejor afición, ante cientos
de ojos ávidos de aprender, de caer a sus pies, de apabullarse, de vivir.
Y 8.- He visto a Margarita Mamun calentar, preparar su
entero, salir al tapiz, rozar la perfección, dominar el tiempo, el ritmo y el
espacio. Luego la he visto salir de ese lugar donde abrió un paréntesis en la vida
corriente, entrar en su vestuario, reaparecer cambiada para el siguiente aparato, regresar
a la sala de entrenamiento, sentarse en el suelo con una pequeña toalla en la
cabeza, desaparecer de este mundo, cinco minutos largos, tumbarse mirando al
techo, desaparecer de nuevo de esta vida, siente minutos más. Y levantarse,
beber agua, comer un cuarto de manzana y empezar la preparación para el aro. Y
girar, lanzar, saltar, volar, flotar, nacer, soñar, danzar. ¿Qué es gimnasia? ¿y tú me lo preguntas? Gimnasia eres tú.
Me ha encantado el artículo, las fotos de momentos tan personales q sólo unos pocos podéis ver. Y gracias, gracias por contarnos lo q hacen, como son, sus rituales... Eso aún nos sirve para entender y sentir, aún más si es posible, la gimnasia y a las gimnastas.
ResponderEliminarMe ha encantado el artículo, las fotos de momentos tan personales q sólo unos pocos podéis ver. Y gracias, gracias por contarnos lo q hacen, como son, sus rituales... Eso aún nos sirve para entender y sentir, aún más si es posible, la gimnasia y a las gimnastas.
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