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Seleccionadores 20 -Seleccionadoras 4. ¿Por qué?

Esto es solo una opinión y como tal hay que tomarla. No hay en ella ni una brizna de intención de sentar cátedra, pero si en algo no tengo razón, estaré encantado de escuchar las razones por la que no tengo razón. Ya verás como no se te ocurren.
La pregunta es

1.- MITOS Y LEYENDAS: Antes de contar verdades, vamos a contar mentiras, tralará.

A.- Los equipos femeninos funcionan mejor con entrenadores.
Esto es un mito extendido que no se sustenta en ninguna base científica, y la actividad física y el deporte son una ciencia.
Se sustenta en estadísticas, y eso es una trampa como las de Lance Armstrong. ¿Cómo podemos invocar a las estadísticas en un mundo en el que arrastramos como un estigma la desigualdad de género social más absoluta?
Resulta que ya no hay quien pueda mantener esa afirmación (leyenda urbana) con fundamentos científicos, y claro, dicen lo de “a los hechos me remito”.

B.- No hay suficientes entrenadoras.
Otra soberana falta de precisión. Hay suficientes para ocupar los puestos de entrenadora de todas las ligas femeninas españolas. Las hay. Pero no están en los puestos de primeras entrenadoras por un efecto pantalla que se ha venido construyendo concienzudamente desde hace muchos años en todo el deporte español.

C.-Las niñas prefieren un referente masculino.
Esto cada vez lo oigo menos, pero lo he oído mucho. Es evidente que esto es una afirmación derivada de vivir en el cliché permanente. Es mucho más probable que quien prefiera una figura masculina de referencia sean los padres, y algunas madres también. Años de asentar estereotipos sociales no se diluyen en una sola generación. En esto parece que seguimos dando un pasito palante dos pasitos patrás.

D.- Históricamente no hay entrenadoras que entrenen equipos elite.
Becky Hammon, Pat Summit, Tara VanDerveer, Sylvya hatchell, Christy Smith, Muffet McGraw, Azu Muguruza… y así me salen hasta 500 en un rato que me ponga a pensar…
Esta leyenda urbana viene del mismo lugar que las anteriores, el pozo de la ignorancia, que está en el valle del desinterés.


Pat Summit

2.- Se les llena la boca con la igualdad, lo que podría traducir como mucho lirili y poco lerele. Planes de igualdad, organización de actividades para el deporte y la mujer, conferencias, y teoría, mucha teoría.
Resulta como cuando las grandes empresas de energía montan exposiciones sobre biodiversidad y sostenibilidad ambiental.
La teoría y los textos sesudos sobre la igualdad de derechos y oportunidades están ahí, sin faltar uno. Y nos reunimos año tras año, desde hace muchos (demasiados años) ya, para decir que hay que romper el techo de cristal y que la manera de hacerlo es visibilizar y todas esas cosas que están ahí, bonitas y justas, cosas que son verdad y que casi nadie discute sobre el papel o en reuniones, y luego, si eso ya tal, como diría nuestro presidente, a quien le importa la igaldad lo mismo que el cambio climático.
La razón es la misma que lo de las empresas de energía, o las de tabaco con sus avisos de que el tabaco mata, la misma. Así les va bien.
Es decir, de nuevo la economía pasa por encima de la justicia. Hay pequeñas economías que dependen de este estado de cosas, y hay una macroeconomía que lo mantiene. Hay muchas comidas a cuenta y muchos viajes en primera que sostener, y si se mantienen mes a mes sin tocar los mimbres, ¿para qué cambiar la cesta?

3.- No se cumple la ley de igualdad. Subvenciones a pachas.
En España hay una ley de igualdad, que se cumple casi tan poco como la de dependencia o la de violencia de género, o en otro orden de cosas, la ley anticorrupción.
¿En qué se debería traducir una ley como la nuestra de igualdad? Entiendo que en la parte privada las cosas pueden ir más lentas, y los sponsors privados dan sus dineros a lo que piensan que más partido les va a dar. Y eligen ellos o ellas en función de parámetros del mercado. Bien, (con matices, pero dejémoslo en bien).
Pero las administraciones públicas y las entidades dependientes de ellas NO TIENEN EXCUSA.
Una federación es una entidad privada. Y es además una entidad dependiente de los dineros públicos, como lo son en su mayoría los clubes deportivos. Pero nunca lo reconocerán y hacen con el dinero público lo que mejor les conviene, no como institución, sino como seres individuales. Y esto tampoco lo reconocerán.
El caso es que la ley de igualdad habla de repartir los fondos públicos a partes iguales, esto no es 40/60 no, esto es 50/50.
Y no se hace.
Sería fundamental la aparición en escena de algo parecido al TítuloIX de la administración Nixon, que reguló el reparto igualitario de fondos estatales entre hombres y mujeres. Menudo avance sería eso. Parece que el actual Secretario de Estado para el Deporte ya ha hablado de cambiar la ley del deporte e incorporar algo de igualdad (así, en difuso). Y parece ser que todos los antecesores en el cargo (menos uno), ya habían hecho ese discurso desde finales de los 90. Lo cual nos adormece más que espabilarnos.
Esto sería tan sencillo como decir a las federaciones desde el CSD: mira, de los X millones de euracos que te paso al año, la mitad, exactamente la mitad, va a mujeres (no a deporte femenino, no, a mujeres, que es diferente). Y ya está. Y si no lo repartes así, me devuelves la subvención.

4.- Los jugadores se reenganchan en entrenadores, las jugadoras no se lo pueden permitir.
Sobre este detalle seguro que habrá muchas jugadoras que podrán aportar sus experiencias personales. Un buen número de entrenadores de alto nivel fueron jugadores de alto nivel. Al finalizar sus carreras tienen medios más que suficientes para dedicar un tiempo a la formación, y luego tienen contactos suficientes para ir subiendo a buen ritmo por las estructuras de clubes y ligas. Esto es así. Seguro que os sale una lista suficientemente grande en muy poco tiempo. Sin embargo, al finalizar una carrera deportiva de elite, pocas jugadoras están en situación de reciclarse con calma. Y si vas a ver a las mejores del baloncesto español de los últimos 20 años, ahí están cada una. El baloncesto dejó de ser el centro de sus vidas para la gran mayoría en cuanto colgaron las botas. Y las que están de entrenadoras, tienen que seguir demostrando el doble que sus compañeros de profesión. Una, que son tan buenas como el resto.y dos, que lo son incluso siendo mujeres.
Así te lo digo. 
 
Azu Muguruza
5.- Los clubes no dan paso a las entrenadoras.
Al margen de mitos relativamente fáciles de desmontar, pero que tardarán años en desaparecer porque como ya he comentado no interesa que desaparezcan, está la realidad.
Y la realidad más real es que los clubes, en esta sociedad nuestra patriarcal, suelen estar dirigidos por juntas directivas de marcado carácter masculino, y esta masculinidad se traslada al resto de la estructura de los clubes. Es curioso ver que cuando a las juntas directivas acceden mujeres resulta mucho más sencillo que se incorporen mujeres en puestos de mando.  

y 6.- En España no hay suficiente cultura de igualdad por 40 años de sequía total y absoluta. Pero de eso hace ya 40 años.
Es algo asombroso que pasada la transición estemos hablando ahora de una segunda transición (o una tercera, ya que la segunda se la auto adjudicaron Aznar, Rato y Acebes y su burbuja inmobiliaria), pero en esta tercera los protagonistas son los mismos que la primera, el valle de los caídos, las banderas, la secesión, la separación de poderes, los derechos civiles, la igualdad… ¡Qué hastío, qué hartura, qué cansancio!
La evolución no es dar vueltas en círculo. Hay cosas que ya hace mucho tiempo que deberían estar superadas.
Es cierto que las prohibiciones y limitaciones a las que se vio expuesto el deporte femenino en el 36 (y hasta bien avanzados los 60) dio como resultado un gran vacío. Pero también es cierto que hoy tenemos una medalla de oro olímpica de salto de altura, otra de 200 mariposa, una de badmington, otra de aguas bravas… una medalla de plata en baloncesto, varias campeonas de la WNBA, campeonas de la liga rusa, de la liga turca,…
¿Entonces a qué esperamos? El vacío ya no es un vacío, ya rebosa. Si ellas llegan como deportistas a las más altas cotas, ¿qué absurdez es esta de cerrarles las puertas de los banquillos?

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