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Deportistas españolas, las Simone de Beauvoir inesperadas.

Corremos el riesgo de creer que Ruth, Mireia, Carolina, Edurne, Maider, Amaya, las jugadoras de las selecciones españolas de waterpolo, Balonmano, Gimnasia Rítmica, taekwondo, Baloncesto, y demás, son una sinécdoque (la parte por el todo) o más gráficamente, son la punta de un ice-berg. Corremos también el riesgo de creer que Arancha, las Conchitas (Martínez y Montaner), Pilar, Marta, Miriam, y demás, eran precursoras, las Magallanes de la igualdad de género en el campo del deporte. Conviene dejarlo claro. Esto es una cuestión de árboles y bosques. Ellas no son los árboles que no dejan ver el bosque, son los árboles. No hay bosque. El que Amelia Earhart atravesase el atlántico más rápido que nadie en el año 1932 no era en absoluto síntoma de que la aviación se poblaría en breve de mujeres pilotando, han pasado 72 años y mira tu qué panorama. Una cosa es la cumbre de una deportista española concreta o de un equipo de ellas y otra cosa es asumir esos éxitos a una especie d...

¿y si ahora se está escribiendo el Génesis? 1982

1982 Iván tenía rasgos orientales, le llamaban “el preysler”.  Iván saltó la tapia del descampado como lo más natural del mundo y encontró dos cachorros de gato mitad ciegos, mitad muertos. Arañaban desde dentro una bolsa de basura, maullando asustados, tiritando. Los han tirado. Qué cabrones. Decidió cambiar  el destino que había trazado para ellos un aprendiz de dios. Ni lo sueñes, aquí no metes animales, por mal que estén, cuídalos, pero no aquí. ¡Madres! ¿Está Carlos? Espera. ¡Carlos! Ponte, me parece que es Iván. Hola. Hola, macho ¿Puedes salir? ¿Qué pasa? Joé , que me he metido en el descampao de Francisco Silvela y me he encontrao dos gatitos medio muertos. ¡Ostras! Bajo. El primer día edificamos una guarida con cajas. El segundo limpiamos los ojitos supurantes con agua destilada y los bautizamos, (con ese mismo agua), se llamaron Iván y Carlos. El tercero, desenredamos con una bruza la maraña de pelos. El cuarto, transformamos una toalla vieja en una madr...

Enredado en una mañana vírica

Si se juntan las tripas con un animalillo microscópico que a saber cómo se llama, se consigue un totum revolutum que te puede dejar postrado para un buen rato. las noticias de jugadores fuertes y atletas cariátides que han sucumbido a la influencia de estos animalillos invisibles e insignificantes son muchas, y siempre nos parecen malas excusas. Hoy, en plena efervescencia pre madurez, me ha tocado y me ha atacado a mi. Ante el paulatino derramamiento de mi interior me asombra darme cuenta de la cantidad de espacio para líquido elemento que tiene un cuerpo humano medio. Ábrete sésamo

Stanislawa-Stella Walasievicz-Walsh una historia de atletismo y sexo (género ahora)

Hace unos días en twiter colgaron un vídeo de esta mujer, nunca la había visto en acción, impresionante. Cometí el error de no retuitear y he perdido el enlace con el vídeo, una pena. Seguiré buscando. Entre mis atletas de la historia, esta mujer es de las que más me ha sorprendido estudiar, al margen de sus capacidades deportivas y su talento, hay algo en su vida que es digno de tener presente. La historia de Stanisława Walasiewicz , que luego fue la Stella Walsh hay que contarla ¿Por qué hay que contarla? Por múltiples razones, entre ellas, por razón de sexo. Aunque desde hace unas cuantas décadas, y para ser correctos, es más certero decír por razón de género. En 1911, una polaca que ya había conseguido el premio Nobel de Física por haber descubierto la radiactividad, recibió el premio Nobel de Química por lograr un gramo de radio puro. Esto de que una mujer en 1911 fuese galardonada con un Nobel no era común, ni mucho menos. Que fuesen las investigaciones de una mujer las ...