Ir al contenido principal

¿Cuantas veces puede salvarte la vida Thelonius Monk?

  Un disco de vinilo de 45rpm, single. Un título: Música de jazz para los que odian el jazz. Así se iniciaron mis orejas a descifrar síncopes; Fats Waller, Jeepers Creeper, y por el otro lado, la otra cara, cara B, Thelonius Monk, Blue Monk. Al dar la vuelta al disco daba la vuelta a Monk, daba la vuelta al mundo (como Cortazar al día) y entraba en el tío-vivo del tiempo encontrado.
  En plena adolescencia, a los diecisiete otoños, se me coló entre películas de otros aires, Round Midnight, y me armó un lío interno inquietante entre el amor y el amargor. Al poco, leí La Danza de los infieles, de Paudras, que cuando un jovenzuelo va de intelectualoide no hay quien le ponga muros. Y ya puesto me lancé a otras literaturas de jazz.
  Hace nada, con cuarenta y tantos, devoré Pero hermoso, de Geoff Dyer, y sus cuentos sonaban parecido a La Danza de los infieles. Sin embargo, nada más igual al jazz  que el Perseguidor. Aunque no sería justo tener que elegir entre Charlie Parker y Monk.
Esbozo T.Monk., 2008.
Carlos T. Beltrán (klifas)

  A lo largo de mis penas y alegrías, Thelonius me ha salvado la vida muchas veces. En la voz de Carmen McRae me sacó del momento en que nada salía. En la trompeta de Gillespie, en el saxo de Dexter Gordon, disolvió un enmimismamiento que me atascaba la vida.
Cuando vi un documental llamado Thelonius Monk – American composer, comprendí. ¿No somos todos un poco Thelonius? ¿No es nuestra guerra diaria la de Monk? Urbanitas desarraigados en una evolución que no nos convence del todo, alienados ante el tsunami de la cultura basura y perversa, vencidos por la desgracia de no acabar de encajar.
Y luego ya, en una madurez que nunca llega del todo, cuando los alardes de genios y virtuosos (Sonny Rollins, John Coltrane, Gerry Mulligan) ya han llenado sístoles y diástoles, me apabulla el piano solo, ese piano tocado por los dedos como martillos de Thelonius, en ese ir y volver y volver a ir haciendo círculos sobre sí mismos, en ese juego mágico de silencios y notas que no se parecen a nada parecido. Lo que Cortazar definió en Ginebra como diástole de un solo inmenso corazón.
¡Cuántas tardes de no saber quién era yo, apareció Monk, tocó el piano, y me devolvió al cuerpo! ¡Cuántas veces soñé con sentarme ante un teclado y sonar como suena Thelonius, (que es exactamente como me gustaría que sonase la vida)! 

De niño escuchaba a Monk porque sentía que con su música me hacía mayor, hoy lo hago porque su música me devuelve a la infancia. 

En uno más de los círculos concéntricos (o tal vez excéntricos) de la existencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Galina Zybina, la atleta que llegó del hambre

     El 26 de julio de 1952 Galina Zybina ganó el oro en lanzamiento de peso en los Juegos Olímpicos de Helsinki. Y eso parecía que era lo que tenía que pasar, porque la URSS se estrenaba en unos Juegos y no pasaba por su imperiosa cabeza aparecer allí como comparsas. La URSS no había estado en los Juegos Olímpicos desde su fundación como nación en 1922.      Galina Ivanovna Zybina era mucho más que una lanzadora de peso, siendo eso algo realmente digno de todo elogio, ella era, además, una superviviente.      ¿Superviviente de modo metafórico o en términos absolutos?  Saca a la palestra tus habilidades para hacer juicios de valor, te cuento la película.   Galina Zybina      Galina llegó a la esfera terrestre veintiún años antes de esos Juegos de Helsinki, el 22 de enero de 1931, y llegó en Leningrado, la misma ciudad que había sido San Petesburgo y que con la revolución soviética le quitaron el san y la llamaron Petrogrado, y entonces dejó de ser la capital del Imperio Ruso porque

Algunas cosas que sé de Nadia y quería contar

En el inicio de los años ochenta, Nicolae Ceaușescu quería acabar con la deuda externa rumana, eso, al menos, pregonaba. Con esa justificación se sacó de la manga lo que llamó  " la racionalización", en realidad era una drástica reducción de lo más necesario: la carne, la leche, los huevos, incluso el agua corriente y la luz eléctrica empezaron a escasear.    En 1987, en la histórica Braşov, una ciudad al sureste de Transilvania, la gente comenzó a manifestarse en contra de la situación generada por las políticas dictadas por el dictador comunista, pero el aparato represor que manejaba Ceaușescu era fuerte y aún aguantó un par de años de envites; su final, el del dictador, en el año que he escogido para empezar esta historia, era poco previsible, por eso la huida del país se convertía en ocasiones en el único camino posible.  Nadie podía imaginar que sucedería lo que sucedió hasta que sucedió lo que sucedió a finales de diciembre de 1989.  De haberse podido adivinar nunca hub

Seleccionadores 20 -Seleccionadoras 4. ¿Por qué?

Esto es solo una opinión y como tal hay que tomarla. No hay en ella ni una brizna de intención de sentar cátedra, pero si en algo no tengo razón, estaré encantado de escuchar las razones por la que no tengo razón. Ya verás como no se te ocurren. La pregunta es 1.- MITOS Y LEYENDAS : Antes de contar verdades, vamos a contar mentiras, tralará. A.- Los equipos femeninos funcionan mejor con entrenadores. Esto es un mito extendido que no se sustenta en ninguna base científica, y la actividad física y el deporte son una ciencia. Se sustenta en estadísticas, y eso es una trampa como las de Lance Armstrong. ¿Cómo podemos invocar a las estadísticas en un mundo en el que arrastramos como un estigma la desigualdad de género social más absoluta? Resulta que ya no hay quien pueda mantener esa afirmación (leyenda urbana) con fundamentos científicos, y claro, dicen lo de “a los hechos me remito”. B.- No hay suficientes entrenadoras.