Venimos de aquí ¿Y qué se hace cuando se ha alcanzado el punto más alto de la tierra? ¿Qué otros fines pueden merecer la pena? ¿Se acaban los retos para un escalador si el más elevado a caído? ¿Es llegar a ese punto la última meta posible? Cada quien tendrá su respuesta. En lo que se refiere a Hillary, cambió la altitud por la latitud, y se sumó a otra expedición de la Commonwealth que en 1958 llegó al Polo Sur, nunca nadie, desde las expediciones míticas de Amundsen y Scott, en la segunda década del siglo XX, había llegado allí donde la brújula se vuelve tarumba. Pues Hillary llegó allí en un vehículo de motor a través de la Antártida. Y no se concentró en alardear de su logro mayor, cosa que perfectamente podría haber hecho, su filosofía vital llevaba otros caminos: “Es cierto, ¿por qué armar jaleo con algo que ya está hecho? Nunca me ha obsesionado el pasado, hay un montón de cosas que hacer en el futuro.” Y cómo lo sabía el tío. En ese futuro al que se r