Ir al contenido principal

Mes de la mujer deportista. primer icono.

Hay gente que sin comerlo ni guisarlo, de pronto se convierten en icono, y eso de ser icono no es nada fácil. También hay personas que en realidad sí han guisado, e incluso comido, pero nunca buscaron ser iconos, y la vida les sitúa donde tal vez nunca quisieron estar, y ahí está la gracia.
En los Juegos Olímpicos de 1980, los de Moscú, los del boicot de los norteamericanos y su bloque, esos juegos; la delegación cubana consiguió un total de 20 medallas de oro. Aunque si preguntas a cualquiera de la isla del Caribe un nombre, te dirá: María Caridad Colón ¿Por qué? Porque es un icono.
¿Pero un icono de qué? Pues del deporte femenino latinoamericano, del Liderazgo de la mujer en el deporte, de la equidad de género en el deporte.
Y todo esto lo es porque ella fue la primera, y lo mires como lo mires, ser la primera es mucho ser.
"Yo estaba convencida que desde el primer lanzamiento debía jugarme el todo por el todo, pues un buen lanzamiento inicial podría actuar como factor sicológico y afectar el posible rendimiento del resto de las participantes" Así contaba María Caridad el momento en que unió su carrera deportiva al devenir de la historia del deporte mundial.
Era el 25 de julio de 1980 y en su primer lanzamiento María Caridad clavó la jabalina a 68 metros y 40 centímetros de su brazo. El césped del Estadio Lenin de Moscú se dejó agujerear para que no hubiese dudas de la marca. El público flipó, y las competidoras temblaron. Iniciar con semejante marca una competición olímpica mete una presión al resto de deportistas tan monumental como la Aida de Verdi.
La alemana Ruth Fuch, para mucha gente la mejor lanzadora de la historia, no pudo pasar de 63,94 metros, Tatiana Biryulina, la gran esperanza soviética no superó los 65,08. Curiosamente fueron las menos favoritas las que consiguieron las mejores marcas, en una demostración más de que una final olímpica es una final olímpica.


Cuando acabó el concurso empezó a llorar como una magdalena y soltó una de esas frases que se pueden considerar como una verdadera pasada de frenada: "10 millones de cubanos lanzaron la jabalina conmigo hasta los 68,40 metros". Y como estaba en los ochenta y en Moscú, puedes imaginar que  su momento de podio fue cubano a más no poder.
Primera cubana, primera latinoamericana, primera no blanca… y las pruebas de lanzamiento nunca volvieron a ser las mismas.
Ella es un ejemplo de cómo funcionaba el deporte en la Isla durante el régimen de Castro. Desde la calle hasta la élite: calle, barrio, ciudad, país: La ley del Embudo. Interesante, muy interesante.
Y María Caridad, desde su calle de Baracoa, en Guantánamo, hasta el máximo galardón del atletismo mundial.

Pero no sólo eso, porque en la actualidad María Caridad Colón se mantiene vinculada al deporte impartiendo sus conocimientos a las nuevas generaciones en el Instituto Superior de Cultura Física Comandante Manuel Fajardo de la Ciudad de La Habana.
La lección de María Caridad continúa, y cuando Cuba deje de ser, además de un país maravilloso, un icono, seguramente ella comience a ser admirada sin prejuicios en todo el planeta.
Eso sería lo justo.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Galina Zybina, la atleta que llegó del hambre

     El 26 de julio de 1952 Galina Zybina ganó el oro en lanzamiento de peso en los Juegos Olímpicos de Helsinki. Y eso parecía que era lo que tenía que pasar, porque la URSS se estrenaba en unos Juegos y no pasaba por su imperiosa cabeza aparecer allí como comparsas. La URSS no había estado en los Juegos Olímpicos desde su fundación como nación en 1922.      Galina Ivanovna Zybina era mucho más que una lanzadora de peso, siendo eso algo realmente digno de todo elogio, ella era, además, una superviviente.      ¿Superviviente de modo metafórico o en términos absolutos?  Saca a la palestra tus habilidades para hacer juicios de valor, te cuento la película.   Galina Zybina      Galina llegó a la esfera terrestre veintiún años antes de esos Juegos de Helsinki, el 22 de enero de 1931, y llegó en Leningrado, la misma ciudad que había sido San Petesburgo y que con la revolución soviética le quitaron el san y la llamaron Petrogrado, y entonces dejó de ser la capital del Imperio Ruso porque

Algunas cosas que sé de Nadia y quería contar

En el inicio de los años ochenta, Nicolae Ceaușescu quería acabar con la deuda externa rumana, eso, al menos, pregonaba. Con esa justificación se sacó de la manga lo que llamó  " la racionalización", en realidad era una drástica reducción de lo más necesario: la carne, la leche, los huevos, incluso el agua corriente y la luz eléctrica empezaron a escasear.    En 1987, en la histórica Braşov, una ciudad al sureste de Transilvania, la gente comenzó a manifestarse en contra de la situación generada por las políticas dictadas por el dictador comunista, pero el aparato represor que manejaba Ceaușescu era fuerte y aún aguantó un par de años de envites; su final, el del dictador, en el año que he escogido para empezar esta historia, era poco previsible, por eso la huida del país se convertía en ocasiones en el único camino posible.  Nadie podía imaginar que sucedería lo que sucedió hasta que sucedió lo que sucedió a finales de diciembre de 1989.  De haberse podido adivinar nunca hub

Seleccionadores 20 -Seleccionadoras 4. ¿Por qué?

Esto es solo una opinión y como tal hay que tomarla. No hay en ella ni una brizna de intención de sentar cátedra, pero si en algo no tengo razón, estaré encantado de escuchar las razones por la que no tengo razón. Ya verás como no se te ocurren. La pregunta es 1.- MITOS Y LEYENDAS : Antes de contar verdades, vamos a contar mentiras, tralará. A.- Los equipos femeninos funcionan mejor con entrenadores. Esto es un mito extendido que no se sustenta en ninguna base científica, y la actividad física y el deporte son una ciencia. Se sustenta en estadísticas, y eso es una trampa como las de Lance Armstrong. ¿Cómo podemos invocar a las estadísticas en un mundo en el que arrastramos como un estigma la desigualdad de género social más absoluta? Resulta que ya no hay quien pueda mantener esa afirmación (leyenda urbana) con fundamentos científicos, y claro, dicen lo de “a los hechos me remito”. B.- No hay suficientes entrenadoras.