Ir al contenido principal

De los compartimentos estanco como truco de birli birloque.


El caso de los ERE, además de una tremenda vileza, se ha convertido tras la sentencia en un y tú más bochornoso. Una más de las situaciones en las que quienes gobiernan trabajan intensamente la estrategia de compartimentar a quienes somos gobernados.


Hasta el último pelo del y tú más.
Nos han entretenido bien con el truco de los compartimentos. Y seguimos cayendo en él.
Una cosa es que los líderes políticos de las organizaciones delictivas ni salgan a disculparse ni digan esta boca es mía.
Una cosa es que envíen actores secundarios de efecto pantalla o escudos humanos en el ámbito de la rapidez o de manera simulada y en diferido para seguir enzurronados calentitos en su campo de fuerza.
Una cosa es que sean incapaces los líderes políticos de pegar de una vez un puñetazo en la mesa y tirar de la manta, como amenazaba aquel Roldán y nunca hizo, porque al final nadie hace (No me voy a poner a recordar aquí a quienes han amenazado con tirar de mantas y no lo han hecho, ni tampoco a quienes empezaron a hacerlo y no siguieron porque no pudieron).
Una cosa es ese mundillo mediocre de la actitud ante los medios de líderes sin cintura. Eso es una cosa. Pero siendo importante, no es la más importante.

Otra cosa, la que podríamos llamar LA COSA, es la insoportable corrupción generalizada que los grandes partidos han tejido sobre la hábil estrategia de la división en compartimentos estancos.
Primero separemos grupos delictivos, eso facilita la toma de posiciones. 
Y por eso, si la corrupción es de un compartimento estanco que no es el tuyo, te llevas las manos a la cabeza, exiges dimisiones y si se tercia, echas espumarajos por la boca. Y si la corrupción es del compartimento en el que te has encapsulado, pues si eso ya tal o tampoco se han lucrado (tanto), o lo han hecho sin malicia o esa persona de quien usted me habla y todas esas cosas que da tanta vergüenza escuchar.

Y eso es así de fácil de hacer porque hemos generado una sociedad en la que una grandísima mayoría se acerca a la política como quien se acerca a espacios más lúdicos. Es fácil elegir entre Oviedo y Sporting porque, en el fondo, no nos va en ello la vida. Igual de sencillo es incluir todo un pensamiento individual en una cápsula prefabricada, en un color, en unas siglas. Es sencillo porque te evitas darle vueltas a un buen montón de argumentos.
Así, si la corrupción es de “los otros” puedes permitirte indignarte mucho y si es de “los tuyos” pues quítame de ahí esas pajas y es el mercado, amigo.
Con el caso de los ERE se ha vuelto a ver ese dramático simplismo de comodidad dialéctica y de pensamiento. Es el mundo simple de la creación de compartimentos. 

Porque además de separar a las organizaciones delictivas separamos también los casos de corrupción como si fuesen cuadrículas, y entendemos fácilmente así que el caso Pokemon no tiene nada que ver con el caso Púnica, que no tiene nada que ver con el del 3%, que no tiene nada que ver con los ERE ni por supuesto este con la Gürtel, ni esta trama con el caso Camps o con FILESA... y así hasta el infinito.
Menuda trampa bien tejida la de separar los casos en cuadrículas separadas. Vaya trampa en la que hemos caído como moscas en la miel (moscas de pensamiento unidimensional en la miel del y tú más).
Entrar en un análisis tan simplista dice muy poco de nuestra capacidad de observación, y mucho menos de nuestra manera de estar en el planeta. O conmigo o contra mi.
La condición humana en ámbitos de poder es tendente a la corrupción, siglo tras siglo se viene demostrando. Y resulta que aquí, tras la sacudida de la transición, al margen de los muchos restos sin exhumar que aún permanecen intactos enquistados en un buen montón de instituciones, la “clase política”, como hemos venido a llamar a quienes han ocupado cargos de máxima responsabilidad en nuestro país, lleva tapándose sus corrupciones y delitos desde el mismo momento en que el primer recuento de votos puso a Suárez en la Moncloa.
Y así vamos, divide y vencerás. Con la curiosa paradoja de que aquí quienes han ido venciendo han sido los que llegaban a cargos de poder y a quienes han dividido es a la sociedad que les mira como si de un Barcelona-Madrid se tratase.
Quizá sea hora de quitarse las anteojeras y abrir un poco más la mirada. De hilvanar los enlaces entre casos de corrupción y darnos cuenta cuanto antes de que en esto han sido auténticos genios, callando lo de unos para que esos unos no cuenten lo suyo, silenciando, cuando no ayudando o incluso colaborando entre sí en decenas y decenas de casos. Demostrando que no hay casos sino la suma de todos los casos. Un sólo caso dividido en compartimentos para que podamos tirarnos las dosis a las caras y creamos que estamos en el lado correcto.

El compartimiento "tarjetas black" es la metáfora perfecta. Sin las tarjetas black no se puede entender la cúspide política de la España de finales de siglo XX y principios del XXI. Estaban todos los compartimentos estanco a una, a su retortero, a su bon vibre. Ese es el juego, la multitud del sufragio activo enfrentada y el selecto club del sufragio pasivo con sus 12 kilos en compras de lujo, tan a gustito... y ese desgraciado accidente con la escopeta de quien lo sabía todo de todos.

Mientras tanto, mientras siguen tejiendo cuadrículas, sigamos haciendo comparativas de los grandes casos de corrupción política, como si comparásemos a Messi con Ronaldo. Pues tú más, pues tú más. Y que sigan las estructuras montadas por unos y por otros, en connivencia, para llevárselo crudo a sus cuentas en Suiza y a sus papeles de Panamá.

O igual no está de más que intentemos demostrar que realmente la soberanía nacional reside en el pueblo español.






Comentarios

  1. Superb post, we enjoyed each and everything as per written in your post. Thank you for this informative article because it’s really helpful, I really like site. @Packers And Movers Delhi
    Packers And Movers Greater Noida
    Packers And Movers Noida
    Packers And Movers Ghaziabad

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ljubodrag Simonovic: El deporte como religión del capitalismo

Traigo hoy al blog un texto que me llamó la atención hace unos cuantos meses, cuando lo leí en la maravillosa revista portuguesa que edita mi amigo Júlio Henriques,  Flauta de Luz . No la republico porque esté al cien por cien de acuerdo con lo que dice Simomovic, de hecho, no lo estoy, sino porque da mucho que pensar. Es un texto para leer con la mente abierta a la reflexión.  Espero que te traiga conceptos para sacar buenas conclusiones. A mi, desde luego, me ha sido muy útil e interesante. Aunque muchas personas son conscientes y critican la mercantilización de grandes eventos deportivos como la copa del mundo y los Juegos Olímpicos, pocos parecen entender el papel que juega el deporte como pilar fundamental del orden global capitalista. En esta entrevista con Ljubodrag Simonovic, eso es lo que se aborda. Es raro equiparar a los atletas con los filósofos, y mucho menos con los intelectuales que hacen que sus teorías sean emocionantes, y Simonovic no es lo que esperaríamos de un filó

Galina Zybina, la atleta que llegó del hambre

     El 26 de julio de 1952 Galina Zybina ganó el oro en lanzamiento de peso en los Juegos Olímpicos de Helsinki. Y eso parecía que era lo que tenía que pasar, porque la URSS se estrenaba en unos Juegos y no pasaba por su imperiosa cabeza aparecer allí como comparsas. La URSS no había estado en los Juegos Olímpicos desde su fundación como nación en 1922.      Galina Ivanovna Zybina era mucho más que una lanzadora de peso, siendo eso algo realmente digno de todo elogio, ella era, además, una superviviente.      ¿Superviviente de modo metafórico o en términos absolutos?  Saca a la palestra tus habilidades para hacer juicios de valor, te cuento la película.   Galina Zybina      Galina llegó a la esfera terrestre veintiún años antes de esos Juegos de Helsinki, el 22 de enero de 1931, y llegó en Leningrado, la misma ciudad que había sido San Petesburgo y que con la revolución soviética le quitaron el san y la llamaron Petrogrado, y entonces dejó de ser la capital del Imperio Ruso porque

Algunas cosas para las que tampoco sirven los libros de autoayuda

Contar, contar, no voy a contar nada que no sepáis, o que no se haya repetido una y mil veces, no a mí, sino a miles, en el trascurso del lío de la vida o el curso del río de la vida, que lo mismo da. Hablo de l as aguas turbulentas de Simon y Garfunkel y su puente que te viene bien cuando todo se pone cenizo. Pero no siempre hay puente, y lo que es peor, no siempre hay río. No sabía muy bien si sería capaz de ponerme de nuevo a escribir, o a nadar, o a correr, o a hacer las cosas que se me dan más o menos bien, que no son pocas, las cosas que me preocupan o me divierten, como dice Rosendo Mercado. Las cosas a las que damos nuestro amor loco, lo que nos mueve, lo que nos desentraña. Para desescalar sin red (y sin cuerda), una tarde de febrero de 2021 empecé a sentirme débil, apagado, nervioso. Me subía la fiebre como nunca antes. No quería ir al centro de salud porque el mundo estaba lleno de covid, y yo no tenía covid, yo tenía otra cosa, no sabía qué, pero no era covid, y no tení